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Podemos decir que la tesis en sí misma está vinculada a procesos continuos de lucha, ya sean metodológicos, teóricos, de redacción, o administrativos.
Por ello, puedes estar segura que es difícil encontrar a alguien que haya vivido el proceso sin complicaciones, y disfrutando un camino libre de obstáculos.
Ojo: te decimos esto para animarte y hacerte saber que es completamente “normal” sentir todo lo que has sentido hasta ahora; es decir, pensar en cambiar de proyecto, asesor, o modo de titulación.
Por ese motivo te decimos con toda certeza que lo “rico” de realizar un proyecto de titulación está en el proceso, pues es aquí donde en verdad descubres el valor que tiene inmiscuirse en un evento de ese tipo.
Como diría el cantautor Jorge Drexler: “amar la trama más que el desenlace”.
Y eso no lo decimos al azar, sino que hemos visto a tesistas combatir sus carencias metodológicas, teóricas, o dialógicas, y optando por expandir su conocimiento y habilidades.
Si no nos crees, te dejamos una lista de cuatro tesistas que no sólo lograron terminar la tesis, sino incluso ingresar a su Posgrado, mediante el método #Tesicafé:
Adrianelly Hernandez
Jimena Avella
Itzel Lugo
Nayeli Valencia
Esto significa que todo aquel que se someta a las dificultades de resolver un proyecto de titulación, aumentará su capacidad de solución; y obtendrá nuevas habilidades para mejorar sus resultados académicos, emocionales, y laborales.
De igual forma, amar el proceso significa valorar lo que tienes, el trayecto, y trabajar por lo que esté en tus manos.
Es decir: esfuérzate por lo que depende de tí, y valora tu trayecto, el cual te ayudará a hacer #MasQueUnaTesis.
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